«Una asesoría jurídica debe entender el negocio de la empresa, porque si lo hace, todo es mucho más fácil»
Alicia Feito es la flamante Directora General de Wolters Kluwer Legal Software España, pero es una de esas directivas que conocen el mercado desde las trincheras hasta los más altos puestos de mando. Amante del deporte (está empezando con el boxeo) y de la música (muy fan de Metallica y de Héroes del Silencio), esta ávida lectora está en un momento vital de devorar mucha filosofía: está releyendo a Nietzsche y su ‘Así habló Zaratustra’. Quisimos hablar con Alicia de legaltech, gestión, transformación, innovación etc., y de hecho lo hicimos, pero nuestra conversación, quizás por la pasión que esta profesional siente hacia sus clientes, se convirtió en un alegato sincero y firme a favor de la abogacía in house.
Alicia, Wolters Kluwer Legal Software tiene en 2022 a Kleos y Legisway. Y justo en ese año, entran a formar parte de vuestro ecosistema Kmaleon y easyQuorum, y a principios de este año adquirís Della AI, que analiza y extrae datos de los contratos. Con ello, abarcáis todo el espectro de gestión legal (despachos y departamentos legales), crecéis en tecnología de automatización, apuntáis al nicho de los procuradores y ponéis el foco en contract management y el ciclo de vida de los contratos. Esto parece una hoja de ruta perfectamente concebida.
Es que la estrategia de Wolters Kluwer Legal & Regulatory a nivel europeo cada vez más apunta a proporcionar tecnología al sector legal. En este sentido, la estrategia está bien clara. Primero entramos en los despachos con Kleos, un software a nivel global. Con Legisway cubrimos de principio a fin la gestión en las asesorías jurídicas, y con easyQuorum, el gobierno societario. Más recientemente, la adquisición de Kmaleon nos ha permitido entrar en el mercado de la procura, litigación masiva y recobro. Hay determinados espacios que hay que cubrir para que los juristas sean más eficientes, y en Wolters Kluwer estamos ofreciendo todas las posibilidades para ello.
¿Qué supone para tu equipo que Kleos y Legisway sean, realmente, productos pensados a nivel europeo? ¿Qué valor aporta esta estructura?
Muchísimo, y para empezar te diré que disponemos de equipos globales de desarrollo. Y también tenemos todo el expertise que comparten abogados de toda Europa con sus diferentes perfiles, algo que ayuda a mejorar nuestras herramientas. Además, podemos tener varias economías de escala, en el sentido de que al tener un equipo de desarrollo global los costes no son tan elevados. Muy importante me parece lo que invierte nuestra compañía en ciberseguridad, algo muy enraizado en la cultura europea. Kleos, por ejemplo, tiene una doble certificación, la ISO 27001 y la 22301. Eso significa que la empresa se toma muy en serio la ciberseguridad, algo que sería más complicado si fuéramos un software local. Pero todo ello no significa que no demos importancia a lo local, y por eso tenemos equipos de desarrollo localizados en cada país.
La industria de la recuperación judicial está en auge, Alicia. ¿Habéis identificado una oportunidad en ese nicho?
Nuestra herramienta Kmaleon tiene muchos clientes de recobro, efectivamente. Este sector no está explotado, queda mucho por hacer, y podemos ayudar a muchos clientes a ser más eficientes. Hay muchos despachos de abogados que no tocan este tipo de asuntos porque no les sale a cuenta, los márgenes son muy pequeños. Pero si les proporcionas soluciones que automaticen van a poder hacer más con menos. Esa frase hay que grabársela este año: hacer más con menos. Además, en todos los sectores. Eso no significa que debes tener menos personas, sino que debes emplear tecnología que automatice procesos sin un alto valor, aunque necesarios, para poder asumir más trabajo, pero trabajo de valor.
Como bien has dicho, Kmaleon está muy presente en el nicho de recuperación judicial, un sector que en parte está muy atento al recorrido del Plan Justicia 2030. ¿Cómo veis desde Wolters Kluwer esta reforma?
Creo que llegamos tarde, aunque bien es cierto que si te comparas con diversos países, España está muy avanzada en digitalización de la Justicia. El sector de Justicia debería equipararse a otros más modernizados como el de la Agencia Tributaria, pero por fin se quieren poner unas directrices que hay que cumplir. Todas las legaltech tiene que mirar en esa dirección y nosotros ya estamos preparados para los cambios que se avecinan en el sector.
Tengo muchas ganas de preguntarte por Della AI, vuestra última adquisición, una herramienta de análisis de contratos para departamentos jurídicos y bufetes de abogados. Uno de los factores más importantes para que un departamento legal o una firma contrate legaltech es que el equipo la considere usable, que la curva de aprendizaje sea razonable. ¿Crees que Della se ajusta a esta idea?
Es un software muy sencillo de usar, sin duda. Ahora mismo me puedes dar un contrato, lo introduzco en la plataforma y me saca los metadatos para decirme, entre otras cosas, dónde puede haber riesgo en ese documento. Della tiene muchos usos, como la extracción de datos de los contratos de una asesoría jurídica, identificando patrones: quiénes son las partes, cuál es la jurisdicción, las fechas, las cláusulas a tener en cuenta.
También puedes establecer una especie de diálogo, preguntas y respuestas en un formato parecido a Google. Todo muy intuitivo. Piensa además que Della está en 22 idiomas, y en los cinco principales idiomas, entre ellos el español y el inglés, llega a una precisión del 95%.
Della AI tiene una integración muy sólida en Legisway, vuestro software corporativo. ¿Qué le aporta en términos concretos? Y muy especialmente en términos de operaciones legales, con un impacto en determinadas áreas de actuación que, más allá de lo técnico, están transformando el trabajo de las asesorías jurídicas.
Nosotros hemos detectado que las asesorías jurídicas, en su gran mayoría, tienen mucho trabajo que hacer con pocos recursos. Ahora están de moda las legal operations, pero al fin y al cabo, consiste en poner el departamento un poco en orden.
«Della tiene muchos usos, como la extracción de datos de los contratos de una asesoría jurídica, identificando patrones: quiénes son las partes, cuál es la jurisdicción, las fechas, las cláusulas a tener en cuenta»
Te diré una cosa: es la mejor definición y más clara que he escuchado de las legalops…
Posiblemente sea porque he estudiado Distribución y Logística, que no es otra cosa que optimización de procesos. Hablas de distribución y logística y la gente piensa en camiones, cuando en realidad son operaciones de producción. Y en las operaciones legales entran muchas cosas, como recursos, personas, tecnología… Es establecer una metodología, seguir un camino, estar organizado.
¿Cómo te ayuda Della integrada en Legisway? Por ejemplo, puede leer rápidamente los contratos extrayendo lo que está bien, pero, sobre todo, lo que la máquina no entiende para que tú lo revises. Eso te ahorra muchísimo tiempo. También puede dar soporte en temas de compliance, especialmente si está vinculada a un software de gestión que marque unas reglas para identificar riesgos legales. Esa combinación de IA y software de gestión es muy potente para identificar líneas rojas sobe brechas legales, y el abogado ahorra tiempo y gana seguridad.
«Las legal operations, al fin y al cabo, consiste en poner el departamento un poco en orden»
Te escucho y no sé si estoy hablando con la directora general de Wolters Kluwer Legal Software o con la responsable de una asesoría jurídica…
Conocemos bien los puntos de dolor, los cuellos de botella de los departamentos legales. Y de hecho lo hemos vivido, tenemos asesoría jurídica en esta empresa. Mi prioridad es que mi asesoría jurídica en Wolters Kluwer entienda el negocio, porque si lo hace, todo es mucho más fácil. Y también que usen tecnología, pero con sentido. Muchas veces nos llaman pidiéndonos que les mostremos un producto, y les preguntamos: ¿Para qué lo quieres? Hay que entender qué necesidades tiene una asesoría jurídica, que no es la misma necesidad que tiene Compras o Financiero. A lo mejor sólo necesitan un repositorio en el que ordenar sus contratos y que le envíe alertas de vencimientos. Nada más.
Lo cierto es que el trabajo de las asesorías jurídicas no siempre está bien valorado. Se les obliga a ser reactivo, y herramientas como Legisway pueden ayudarles a ser proactivos.
Y además pueden colaborar con el resto de la organización. Lo que debe hacer una asesoría jurídica es meterse en la rueda de negocio de la empresa. Es un trabajo espectacular el que se ‘tiene que comer’ un abogado de empresa y necesitan herramientas.
Alicia, tenemos una pregunta que te formula Marjorie Colas, que es General Counsel & Compliance en AccorInvest España, y además es responsable de innovación y transformación legal. Marjorie nos dice que “trabajando en una asesoría jurídica de empresa, aunque también para todos los abogados en general, siempre es complicado intentar proponer nuevas herramientas digitales porque somos conservadores, y si podemos evitar cambiar nuestras costumbres, encontramos muchas buenas excusas. Seguramente Alicia ha vivido esta resistencia muchas veces y me interesaría saber cuáles son sus métodos o argumentos para vencerla”.
Al final lo que hay que hacer es mucha pedagogía, tienes que demostrar al sector que hay mucha tecnología y muchas formas de hacer las cosas que van a repercutir favorablemente en su trabajo. Los abogados son muy válidos, pero la tecnología les puede ayudar. Lo hacemos a través de ciclos de conferencias legaltech, eventos, publicamos estudios como “El abogado del futuro”. Y todo esto es lluvia fina todo el tiempo. Pero lo más importante es mostrar número, ROI, mitigación de riesgos. Y la asesoría jurídica ve necesaria la tecnología cuando ve el riesgo. Creo que eso lo saben los abogados de empresa, pero a veces en la empresa no lo valoran, les dicen que siempre lo han hecho muy bien y que no hace falta inversión. Y tienen parte de razón porque los abogados son responsables, son organizados, y casi nunca pasa nada, pero cuando empiezas a tener un volumen de trabajo ingente, cuando los cambios normativos son constantes, la presión crece y con ella el riesgo de errores.
«Una asesoría jurídica debe entender el negocio de la compañía, debe meterse en la rueda de negocio de la empresa, porque si lo hace, todo es mucho más fácil»
Esos argumentos que ofreces a los abogados de empresa, ¿se pueden reutilizar por ellos para convencer a CEO’s, CFO’s, etc.?
Lo que creo que tienen que hacer es venderse internamente. Ser asertivos y decir claramente que necesitan ayuda, que estamos en un mundo cada vez más global, complejo y volátil. Y si el departamento de compras o ventas tienen su presupuesto, el legal también lo necesita.
Marjorie vuelve a la carga con otra pregunta: “Vemos que grandes tecnológicas como Microsoft están entrando en el mundo jurídico puesto que sus herramientas integran potentes tecnologías de AI como el NLP que usan los abogados en sus tareas diarias. ¿Proveedores de legaltech como Wolters Kluwer podrán seguir este paso y dar este mismo nivel de herramientas de AI?”.
Es algo muy bueno que las tecnológicas referentes a nivel mundial apuesten por el sector legal porque eso significa que el sector tiene necesidades, ven negocio porque es un mundo donde todavía hay mucho que digitalizar. Y el negocio de Wolters Kluwer Legal Software es aportar soluciones para el sector jurídico en el que somos expertos, igual que el grupo Wolters Kluwer hace lo propio en otros sectores. Quiero decir que nosotros somos un referente en tecnología. De hecho, Della AI es una tecnología escalable y preparada para el futuro, basada en el Procesamiento del Lenguaje Natural.
«Un departamento legal tiene que venderse internamente. Ser asertivos y decir claramente que necesitan ayuda, que estamos en un mundo cada vez más global, complejo y volátil»
Generar falsas expectativas al cliente conduce a la frustración hacia la tecnología, y eso es lo peor que le puede pasar al legaltech.
Así es, la fijación de expectativas puede suponer un problema. Las herramientas no hacen de todo. Al cliente hay que decirle lo que realmente puedes hacer por él, o incluso que es absurdo lo que te está planteando. La creación de expectativas reales es fundamental en todos los sectores, pero creo que más en el sector legal. Porque si hay algo que detesta un abogado es que le generes falsas esperanzas. Tienes que dejarle claro al cliente lo que puede hacer y lo que no puede hacer. Por ejemplo, la implantación de un CLM puede ser muy compleja, como la de muchos tipos de software. Tienes que decirle al abogado que durante dos o tres meses lo vas a pasar mal pero que aquí estoy yo para pasarlo mal contigo, porque he vivido este viaje con muchos clientes y sé por lo que vamos a pasar.
Tenemos más preguntas para ti, Alicia. En este caso, Ana Burbano, Legal Operations Manager en BDO Abogados, quiere hacerte llegar las siguientes. ¿Crees que la incorporación de IA requiere que los abogados se replanteen ciertos paradigmas de la profesión (trabajo artesanal, modelo de negocio…)? ¿Qué habilidades, de las llamadas «blandas», son importantes?
Es fundamental, y encaja con los cambios de paradigma de los abogados. Un abogado no debe saber únicamente de leyes, sino también del mundo de los negocios y de la empresa. Y si conoces el mundo de la empresa también debes saber del mundo tecnológico. Por ejemplo, adentrarse en disciplinas como el project management, no necesariamente para ser experto en ello, sino para saber que todo tiene un principio y un final, que hay diferentes hitos, que cada una de las fases tiene un coste, e ir midiendo cada una de ellas. El abogado ya tiene una serie de skills, pero las debe explotar, debe ser consciente que tiene que trabajar en ellas.
«La fijación de expectativas puede suponer un problema. Al cliente hay que decirle lo que realmente puedes hacer por él, o incluso que es absurdo lo que te está planteando»
Por otro lado, Jesús Vicente Menoyo, Senior Associate Legaltech en Écija, quiere saber qué papel crees que va a tener la IA en un futuro a medio plazo, no más de 2 años, en el sector legal, más allá del hype generado con Chat GPT. También te pregunta cómo ves la integración de la IA en soluciones Legaltech para la gran empresa o despacho y para las asesorías jurídicas y despachos medianos. Y yo personalmente abundo: ¿crees que vuestra solución Della aplica la IA allí donde realmente tiene sentido?
Empiezo por el final. Della tiene muchos clientes, y ya hemos comentado que trabaja muchos idiomas. Además, tiene doble base, en Francia y en Reino Unido, y ayuda a muchos despachos y empresas en todo el mundo, pero especialmente en estos dos países. Della está muy centrada en la gestión de contratos, porque las organizaciones trabajan con miles, millones de ellos, y contraen obligaciones con riesgo.
Respondiendo a Jesús, pongo el ejemplo de IoT. Se habló mucho de ello hace unos años, y creo que de aquí a otros tantos años lo voy a ver todo prácticamente del mismo modo. Eso es lo que puede pasar con GPT. Se podrán hacer contratos básicos de forma autónoma sin necesitar a un jurista, pero como hay tantos cambios regulatorios, el mundo se mueve tan deprisa, los abogados se dedicarán a hacer cosas mucho más interesantes. Creo además que la IA, otras tecnologías disruptivas como el blockchain, metodologías como legal design, van a provocar que los abogados se introduzcan más y mejor en la sociedad, que la gente les entienda más. La sociedad tiene cierto recelo hacia la abogacía, y por eso legal design puede ser tan importante. He visto en acción a Laura Fauqueur, facilitadora de esta metodología, y me asombré de todo lo bueno que puede hacer el legal design en las empresas.
Volviendo al tema, como decía, en dos años creo que lo voy a ver todo igual. Habrá un uso creciente de tecnología basada en IA bien para la lectura de contratos, bien para la extracción de datos o lectura de notificaciones, y todo ayudará a la abogacía a ser más eficiente. Pero no me atrevo a afirmar que va a producirse un cambio revolucionario en el sector. Mucho será que se empiece a utilizar esta tecnología de forma razonable, porque ahora lo que hay es mucho ruido y poco uso, al menos en nuestro país.
Della, como hemos dicho, pone el foco en la gestión de los contratos con tecnología subyacente basada en inteligencia artificial. Puede identificar, por ejemplo, plazos de vencimiento en esos contratos, por lo que entra de lleno en el CLM, la gestión del ciclo de vida de los contratos.
Así es. Una empresa tiene una cantidad masiva de contratos, que debe tener controlados para mitigar los riesgos, y para conseguir estos objetivos hay que ser eficiente. A veces me he encontrado que le preguntan a asesoría jurídica cuántos contratos tiene, y no saben responder a esa cuestión. Tampoco saben muchas veces la localización de las firmas, las fechas de los vencimientos, las renovaciones, o si tienen identificadas las cláusulas de riesgo. Este descontrol puede perjudicar enormemente el negocio. Muchas veces digo que el software de gestión se paga solo. ¿Por qué? Porque te puede decir y alertar de la no renovación de un contrato, y te puedes ahorrar un coste no deseado por el mismo precio que ese software. Y muchas veces pasa que renovamos contratos que no queremos porque no los tenemos identificados.
Alicia, tienes una doble visión muy interesante sobre gestión legal en despachos y en asesorías jurídicas. ¿Dónde está aterrizando mejor legaltech?
Creo que los despachos están mucho más digitalizados que las asesorías jurídicas. Parece lo contrario, pero hay más tecnología en los despachos, aunque existe más preocupación en los abogados corporativos. Y precisamente por eso la tecnología va a aterrizar muy bien en los departamentos legales de empresa porque tienen mucha necesidad. Y vuelvo a romper una lanza por el abogado in house, que no está reconocido como merece: es muy importante que esté en el comité de dirección, por poner un ejemplo, para que se entere de todo lo que pasa en una compañía.
«Una empresa tiene una cantidad masiva de contratos, que debe tener controlados para mitigar los riesgos, y para conseguir estos objetivos hay que ser eficiente»
Oye, ¿cómo está funcionando el ciclo de conferencias legaltech que estáis organizando? Te vimos recientemente compartiendo sesión con el gran Jordi Estalella.
El ciclo de conferencias legaltech va muy bien, pronto cumpliremos un año desde que empezamos. Pero tengo grandes noticias, y es que estamos creando los Legal Innovation Days en formato online. Queremos con estos eventos compartir conocimiento y experiencias a través de reconocidos expertos, y que los asistentes aprendan, se sientan apoyados. Abordaremos temas tan diversos como interesantes como son las demandas masivas o marketing y comunicación.
Y ya terminamos. Desde el pasado febrero eres directora general de Wolters Kluwer Legal Software España. ¿Ha cambiado mucho tu vida? Hay un refrán que dice «El que ha sido cocinero antes que fraile, lo que pasa en la cocina bien sabe». ¿Te está ayudando conocer tan bien la casa y tan bien a los clientes?
Totalmente, es que es fundamental. Me está motivando mucho y ayudando a salir adelante el conocimiento del cliente. Me gusta pensar que lo que estoy haciendo está ayudando a la abogacía. Conozco a fondo todas las áreas de la compañía, como soporte al cliente, marketing, ventas, y eso me parece fundamental para poder liderar esta compañía. Con ese conocimiento entiendes mucho mejor las cosas y tomas decisiones en consecuencia. Conocer tan bien a los clientes me ayuda a fijar expectativas, como indicábamos antes, para adaptar nuestro producto a lo que realmente necesita. Te aporta una experiencia muy valiosa haber sido cocinera antes que fraile, y creo que eso hay que potenciarlo, porque es importante que el equipo vea que la compañía hace crecer a las personas, algo que forma parte del ADN de Wolters Kluwer. Ahora me da mucha pena porque estoy buscando un reemplazo para mi puesto anterior, y no quiero dejar de tener contacto con los clientes: me lo paso bomba con ellos, y ayudarles es lo que más me satisface.