Transformación digital: «El software se compra; las personas no»

Transformación digital
«El software se compra; las personas no». Con esta sencilla pero potente afirmación, Sara Molina define el sentido de la transformación digital en este tercer y último episodio de la charla que mantuvimos con ella y con Pablo Haya en el Instituto de Ingeniería del Conocimiento.
El autoconocimiento, la gestión de equipos, la comunicación interna, en suma, la cultura empresarial, son factores fundamentales para ser más eficientes, pero también más felices en el trabajo. Porque siempre hablamos de facturación, pero al final del camino lo que todo el mundo quiere es ser feliz.
Antes de implementar nada hay que organizar equipos transversales porque hay que hacer un proyecto de todos. La posterior implementación tecnológica no es la parte más fácil, pero sí la más apasionante, porque bajar a la realidad es el reto más bonito. Es aquí cuando realmente se produce la transformación.

Gestión del talento
También abordamos la gestión del talento, del capital humano. El abogado tiene que reinventarse, debe convertirse en un partner necesario para sus clientes, no tanto como alguien que atesora un conocimiento legal para poder cobrar por horas, sino como el de un profesional capaz de ofrecer un servicio donde el valor que percibe el cliente vaya mucho más allá del que nos puede facilitar la tecnología.
En cuanto a la captación de talento, en otros países, al hacer entrevistas, ya se utilizan datos biométricos para elaborar análisis psicológicos, algo delicado aquí por la protección de datos. Actualmente hay técnicas para identificar líderes ocultos, y a través de inteligencia artificial podemos detectar dónde hay cuellos de botella: posiblemente se trate de una persona responsable de demasiadas áreas y no va a ser eficiente.
En el sector legal, la ecuación de que una máquina haga el trabajo de un abogado no supone que éste deje de hacer tareas; implica que el abogado podrá desarrollar tarea de más alto nivel, podrá acometer más casos y con más calidad. En las empresas basadas en el conocimiento la inteligencia artificial y el machine learning aparecen como un catalizador para que se puedan hacer cosas distintas, más valiosas y productivas.