Taller Legaltech con estudiantes del Máster de Acceso
Impartimos recientemente junto al presidente de Asociación de Jóvenes Abogados de Madrid, Alberto Cabello, y la valiosísima colaboración de la Profesora Concepción Rayón, el primero de nuestros Talleres Legaltech con más de 60 alumnos del Máster de Acceso de la Escuela de Práctica Jurídica de la Universidad Complutense de Madrid. En este caso, quisimos centrarlo sobre las herramientas de analítica jurisprudencial predictiva, es decir, bases de datos, especialmente de jurisprudencia, más avanzadas que las tradicionales, con un potente componente gráfico y estadístico y que sin duda ofrece resultados más relevantes en menor tiempo. Tener datos de primera mano para diseñar la estrategia procesal más adecuada, conocer la duración estimada de los litigios y acceder a las probabilidades de éxito de tu recurso supone una información privilegiada que los estudiantes deben empezar a valorar.
Compartimos con estos futuros juristas de la generación Z que la investigación legal, junto al análisis y revisión de contratos, es una de las tareas que más va a verse afectada (y creemos que beneficiada), por la inteligencia artificial en este entorno big data tan particular como es el jurídico, donde predomina el texto, por lo que se convierte en un caldo de cultivo ideal para la irrupción de estas tecnologías.
Y ¡cómo no! también hablamos de cómo la tecnología influirá poderosamente sobre la prestación de asuntos de fácil resolución y que puedan formar parte de procesos automatizables. Paulatinamente, ese trozo de la tarta está quedando lejos del alcance de la mayoría de despachos (y mejor así, porque van a dejar de ser rentables) con el protagonismo que están adquiriendo plataformas legaltech como Reclamador y Bigle Legal, por ejemplo.
Lo más interesante, el turno de preguntas. ¿Hasta qué punto se acerca a la realidad la horquilla de acierto en los resultados predictivos de estas herramientas? ¿Están empleando los despachos a día de hoy la inteligencia artificial, y con qué eficiencia, y destinando qué tipo de recursos? ¿Es una buena idea formarme en blockchain cuando no existe apenas regulación alrededor de esta tecnología disruptiva?
Esta era digital ofrecerá oportunidades profesionales formidables a los que quieran adaptarse a los cambios que tan cerca están, y en ese sentido la generación Z está en posición envidiable para afrontar este órdago con éxito. Por ello también hablamos de la necesidad imperiosa de especializarse, de adquirir habilidades de comunicación y negociación potentes, así como de asumir competencias digitales imprescindibles en esta revolución tecnológica tan impredecible.
Os contaremos muy pronto los planes que tenemos para 2019 para ayudar a la abogaZía a incorporarse a un mercado de servicios legales en plena transformación.