¿Quieres montar tu despacho y, además, sobrevivir? «Presupuesto, contrato, factura y pago: luego, trabajar»
El título de este contenido es el potente consejo final que cierra este segundo de los tres episodios de la conversación que grabamos con el abogado Raúl Herrera, autor del libro “Cómo montar tu despacho y sobrevivir en el intento”, publicado recientemente por editorial Dykinson. Ya sabéis que somos muy fans de este abogado que ha escrito un libro muy práctico y repleto de ejemplos y vivencias, y que luce un título peliculero y que mola mucho. Además, el autor nació un 23 de febrero (¿casualidad o causalidad?) e impartió en pleno Covid un webinar que llevó por provocador título “Las dificultades en el ejercicio de la abogacía: cuánto tardarás en saber que careces de superpoderes» que suscitó el interés de más de 1.000 inscritos al evento online. ¿Cómo no le vamos a querer? (Sí, Raúl Herrera es merengue).
El libro en cuestión, si bien sólo tiene 174 páginas, atesora un contenido enormemente práctico, valioso y recomendable tanto para abogacía joven (y no tan joven) como para estudiantes de Derecho. Gestión legal, marketing jurídico, habilidades comerciales, política de precios y muchísimas más cosas a través de una lectura ágil con cero teoría y mucha experiencia real.
En este segundo episodio, intercambiamos impresiones con Raúl sobre cómo fijar el precio de los servicios jurídicos. Nos parece muy interesante porque el autor comparte una regla para calcular el precio de tu hora. Y claro, teníamos que hablar sobre cómo calcular el tiempo que dedicamos a los asuntos, algo fundamental aunque no facturemos por horas.
También nos metimos en temas comerciales, porque hay un capítulo titulado ‘Cómo vender’. Una idea fuerza de este abogado: La mejor forma de encontrar un buen abogado es que otro abogado te lo recomiende. Insistimos: no un cliente, sino otro abogado.
No te pierdas su respuesta cuando le formulamos esta pregunta: ¿Debe el abogado diseñar y ejecutar él mismo una estrategia de marketing o confiar en un experto? Porque dedicar tiempo a las redes sociales tiene un coste, el de nuestro tiempo, y además hacerlo mal puede resultar carísimo en muchos sentidos.
Y para terminar, algo muy útil especialmente para la abogacía joven: la gratuidad o no de la primera consulta. Tomad nota de sus dos últimos consejos en este episodio:
Hasta que no se realiza el primer pago no comienzo el trabajo
Presupuesto, contrato, factura y pago: luego, trabajar