Mejora tu negocio con tu tiempo (Píldora 3)

Autor: Ignacio Martínez-Fonseca, CEO de Lawyou
Finalmente, en esta tercera y última entrega analizamos que, si como abogados dedicamos tiempo a cosas que se pueden eliminar o hacer mejor, o delegar por no ser de nuestra competencia, lo que estamos haciendo es aumentar el tiempo dedicado necesario sin una relación directa con el incremento de facturación o de valor de nuestro despacho.
¿Cuáles? Pasemos a hacer una lista general. Dedicamos tiempo a:
- Abrir la puerta de nuestro despacho.
- Recepcionar llamadas.
- Permitiendo interrupciones de todo tipo.
- Gestionar la documentación y el papeleo.
- Hacer la facturación.
- Cobrar a los clientes.
- Revisar el banco para ver si se ha pagado.
- Perseguir los impagos.
- Perder tiempo en problemas informáticos por no contar con un soporte.
- Buscamos colaboradores para llevar asuntos de otra especialidad, o peor aún, nos ponemos a estudiar para llevar un caso de una especialidad que no controlamos.
- Dedicar muchas horas a investigar nuestros casos por no poder contrastar con un compañero.
- Formarnos en áreas que no son de nuestra competencia y donde no vamos a poder desarrollar un expertise al cual sacarle una rentabilidad (marketing digital para hacer nuestra página web, desarrollo de aplicaciones,……).
- A la tecnología y sus microfallos.
Tras pasar la semana, siéntate a valorar cada una de las actividades. Para valorar si esa actividad te aporta valor y es fundamental para tu despacho, hazte estas preguntas:
- ¿Se puede eliminar? ¿Es necesario?
- ¿Lo tengo que hacer yo? ¿Cuántas veces me han interrumpido?
- ¿Tengo las competencias para hacerlo?
- ¿Se puede delegar? ¿Me aporta valor? ¿Es necesario que lo haga yo?
- ¿Se puede mejorar? ¿Lo puedo hacer de otra manera?
Y ante este estudio tus obstáculos mentales van a ser frases como:
- Esto lo he hecho siempre así.
- Imposible delegar, al final me cuesta menos tiempo hacerlo yo.
- Sólo yo puedo hacer el presupuesto.
- No me fio de otros para decidir.
- Si lo hago yo, me cuesta menos.
- Además de que no facturo, voy a subcontratar este servicio.
Es decir, no hacemos una gestión comercial de nuestro despacho porque, aparte de que es una competencia que no tenemos, a muchos no nos gusta. ¿Recordáis los frenos que generan los hábitos y las barreras mentales? Pues surgen con toda la fuerza cuando nos enfrentamos a la gestión comercial.
Los abogados independientes sabemos que se trata de uno de los principales obstáculos para desarrollar más nuestro despacho, porque todo ese tiempo nos está impidiendo dedicarnos a lo importante: promocionar nuestra firma, hacernos presente en el canal de nuestros clientes, mejorar la experiencia de nuestros clientes, buscar nuevas áreas de negocio y dedicar más tiempo a la especialización de nuestro estudio jurídico, de los asuntos o la mejora de la acción legal en nichos que pueden aportar volumen.