Entrevistas

Legal DigComp, una herramienta imprescindible para desarrollar las capacidades digitales en las profesiones jurídicas

El autor del post  Josep Mª Fernández Josep Mª Fernández
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El próximo miércoles 21 se presenta la iniciativa Legal DigComp, a través de la cual se lanza la propuesta de utilizar el DigComp , marco europeo de competencias digitales de la ciudadanía, como el ámbito de referencia para la capacitación digital de los profesionales jurídicos. Y no se nos ocurre una alianza más valiosa y adecuada para edificar este proyectazo tan necesario que la que ha unido al Observatorio Legaltech Garrigues-ICADE y a Women in a Legal World. Creemos que Legal DigComp constituye un ejemplo magistral de cómo aterrizar y concretar el mensaje de innovación y transformación en el sector legal, en este caso referido a las competencias digitales, cuyo desarrollo supone poner a las personas en el centro de la ecuación. Belén Aguayo, coordinadora del proyecto Legal DigComp por parte del Observatorio Legaltech Garrigues-ICADE, y Rosa Cabero, abogada en la firma De Castro Estudio de Abogados y Socia Young de las WLW, nos contaron todo sobre este programa, y nos acompañó para aportar la visión de la generación Z María Romero, estudiante de Derecho en la Universidad Rey Juan Carlos.

  • Bonus: La formación en competencias digitales avanzadas es el cuarto pilar del plan europeo Programa Europa Digital, a través del cual la Unión Europea movilizará 7.59 mil millones de euros durante el periodo 2021-2027).

(De izquierda a derecha, Belén Aguayo, coordinadora del proyecto Legal DigComp por parte del Observatorio Legaltech Garrigues-ICADE; María Romero, estudiante Derecho en Universidad Rey Juan Carlos; y Rosa Cabero, abogada en De Castro Estudio de Abogados y Socia Young de WLW)

Belén, ¿por qué esta alianza con el área tech de las Women in a Legal World para esta iniciativa Legal DigComp?

Belén. Esto ocurre porque soy socia Young de las WLW, y en un encuentro de este colectivo, María Pardo, que es la responsable de su Comisión Tech, abordó el tema de las competencias digitales. Y como en el Observatorio uno de los laboratorios que hemos querido poner en marcha desde el inicio es el Legal DigComp, se me encendió la bombilla y vi la oportunidad de proponer este proyecto a WLW. Encontramos equipo para llevar a cabo esta iniciativa en esta Comisión Tech y con el know how que aportamos desde el Observatorio.

Rosa, en Derecho Práctico somos muy fans de WLW. No es un colectivo de postureo, lleváis a cabo acciones muy chulas y necesarias. Con el talento que atesoráis en vuestra asociación podríais haber creado una iniciativa similar sobre competencias digitales por vuestra cuenta.

Rosa. Nosotras siempre estamos dispuestas a escuchar buenas iniciativas, y cuando Belén propuso este proyecto nos pareció muy interesante dentro de nuestra Comisión Tech. Y no dudamos de que podía ser una idea muy enriquecedora, en la que podíamos aportar valor y también recibirlo. Nuestra Comisión Tech es una de nuestras piedras angulares y al final tanto el Observatorio en sí como Garrigues e ICADE son actores muy importantes

El Observatorio se presentó el 3 de marzo de 2022. Ahí estuvimos, y nos explicasteis que Legal DigComp era uno de los tres proyectos fundamentales de esta iniciativa. Creo que poner el foco en el desarrollo de habilidades pone a las personas en el centro de la ecuación de la transformación digital. Bien, al final ese proyecto ha arrancado.

Belén. Exactamente. Nuestro objetivo en el Observatorio es hacer cosas muy tangibles alrededor de la tecnología en el sector legal, y por eso quisimos que el Legal DigComp fuese uno de nuestros tres laboratorios: aporta un marco de cinco áreas de competencia y 21 competencias digitales que ayuda a todo operador jurídico a saber qué competencias tiene que dominar para ser competente digitalmente.

María. Lo que dices, Belén, me viene muy bien para compartir con vosotras mi experiencia como estudiante de Derecho en una universidad pública. No he tenido la oportunidad de aprender a manejar algo tan básico como las bases de datos jurídicas. Lo que he aprendido ha sido por mi cuenta, y por supuesto lo de IA y blockchain, ni pensarlo. ¿Cuándo creéis que es más adecuado introducir el conocimiento de legaltech y de gestión legal en general? ¿En el Grado, en el Máster de Acceso, en Posgrados especializados?

Belén. En mi caso tuve la suerte de hacer un doble Grado de Derecho con Business Analytics, por lo que adquirí nociones de tecnología desde el principio. Además, a la altura de 2º de carrera me fui a estudiar el curso Legal technology & operations en la universidad alemana Bucerius Law School. Si no has tenido la oportunidad de hacer unos estudios similares, diría que lo fundamental es que desarrolles lo antes posible una actitud proactiva hacia la tecnología. No puede ser que un abogado junior empiece a trabajar sin saber manejar una base de datos, por ejemplo.

Rosa. Estoy totalmente de acuerdo con Belén. Debería ser una asignatura obligatoria en la carrera de Derecho, y seguro que lo acabará siendo, más con las nuevas generaciones que se van incorporando. La tecnología es importante para el sector público y para el privado, te dediques a lo que te dediques. Son habilidades que, como hemos visto en el informe y estamos viendo en la encuesta, están en nuestro día a día.

María. ¿Creéis que se está creando una brecha entre las universidades públicas y las privadas?

Belén. Es posible. Pero también hay que saber que se está haciendo un esfuerzo muy potente a nivel gubernamental con programas como Generación Digital, de la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial (SEDIA), para que utilizando el DigComp como marco de referencia, todo ciudadano tenga a su disposición un kit de herramientas para desenvolverse digitalmente, incluyendo muchos vídeos formativos. Esa brecha no debería existir, porque todo el mundo tiene posibilidad de formarse en estas capacidades si tiene una actitud proactiva.

Rosa. Estoy de acuerdo en que existen muchas fuentes, pero creo que al menos alguna asignatura sobre tecnología.

María. Pues os lanzo un guante. ¿Estarías dispuestas a impartir charlas en mi universidad sobre todo esto?

Belén. Por supuesto. Cuenta con nosotras. En ICADE, por ejemplo, que es la sede del Observatorio, hacemos una reunión con alumnos para que conozcan el Observatorio y colaboren si les parece interesante.

Lo que nos parece más relevante y atractivo del programa Legal DigComp es que, efectivamente, aborda las habilidades digitales propias del sector legal. Pero las vinculáis a herramientas concretas, a funcionalidades y tareas específicas, y eso aporta mucho valor. Y es que necesitamos aterrizar todo lo que hacemos en legaltech para que los profesionales crean en ello.

Belén. Esa es la idea. DigComp está muy bien como marco, pero hay que llevarlo a cada sector. Por ejemplo, la competencia de la gestión de la información, datos y contenidos digitales varía mucho dependiendo del sector en el que te encuentres. En legal, un ejemplo sería cómo gestionas el conocimiento de tu despacho. Por ejemplo, si utilizas plantillas, ¿tienes la información de los documentos que vas generando volcada en una base de datos? En una asesoría jurídica podrían tener los contratos gestionados en una herramienta de gestión del ciclo de vida de los contratos, un CLM. ¿Y cómo gestionas todos esos datos? Es muy interesante bajarlo al terreno legal porque al abogado le va a ser mucho más útil.

Rosa. Lo que buscábamos era hacer algo tangible y práctico. En el DigComp cada competencia se estructura en cinco dimensiones, y en la encuesta nos hemos querido centrar en la quinta, la de experiencia de uso, porque es lo más pragmático y llamativo.

María. ¿Qué os pareció la noticia del abogado norteamericano que empleó ChatGPT y esta IA se inventó varias decisiones judiciales para apoyar sus argumentos? Es un claro ejemplo de que cualquier tecnología debe ser supervisado por un humano, ¿no creéis? En este caso, un experto legal.

Belén. La clave es, precisamente, la formación. Si tú realmente sabes cómo funciona ChatGPT, si la entiendes y sabes para qué debes usarla, no tiene que haber ningún problema.

Ya que hemos sacado a colación el dichoso ChatGPT, es evidente que esta IA generativa va a impactar de forma decisiva en las herramientas de investigación legal. Precisamente vuestro programa identifica esa competencia, la de navegar, buscar y filtrar datos, información y contenidos digitales, buscando saber como actúa el profesional cuando necesita información de naturaleza jurídica (legislación, jurisprudencia, doctrina, plantillas, etc.).

Belén. Todo va a cambiar enormemente. Creo que fue Bill Gates quien dijo recientemente que cómo hacemos búsquedas en internet va a cambiar radicalmente. No vas a obtener una serie de enlaces a modo de resultados, sino un texto que te indique qué dice internet sobre tu búsqueda con una serie de enlaces para que puedas consultar las fuentes. Este cambio se puede extrapolar a la búsqueda de jurisprudencia. Por esto, ante estos cambios, es fundamental desarrollar esta habilidad en concreto. Saber cómo actúa el algoritmo y conocer de dónde procede la información.

Compañías como Lefebvre y vLex, expertas en soluciones de investigación legal, ya están trabajando en integrar esta IA generativa. ¿Os imagináis que el CENDOJ, que es un recurso de consulta de jurisprudencia público y gratuito, se decida a integrar esta tecnología, mejorando sustancialmente sus prestaciones?

Belén. Sería muy ventajoso si todos los proveedores de información, como el CENDOJ, implementaran ese modelo para mejorar la forma en la que buscamos información legal.

Lanzo otro ejemplo para ver hasta qué punto concretáis, hablemos de otra competencia que tenéis identificada en Legal DigComp: cómo comparto grandes cantidades de documentos. Un nivel básico de esta competencia sería hacerlo a través del correo electrónico. Y el nivel avanzado sería el de un usuario que crea espacios de almacenamiento en línea (Acceda –para los operadores del Ministerio de Justicia-, Dropbox, Sharepoint, Google Drive) que le permiten subir, organizar y compartir gran cantidad de datos. Es decir, especificáis de qué tarea estamos hablando y ponéis ejemplos de herramientas y plataformas. Algunas públicas, como las ahora mencionadas, y otras privadas: he visto soluciones como iManage, NetDocuments, Kmaleon… Y esto, además de ser una gran idea, supone un curro importante.

Belén. Empezamos a trabajar el informe a partir de ejemplos, y nos dividimos las cinco áreas de competencia entre las 8 componentes del grupo de trabajo con perfiles profesionales diversos dentro del sector legal. Ha sido muy enriquecedor porque cada una ha compartido su experiencia en la forma de trabajar. Por mi parte, aporté mi experiencia en la realización de plantillas con Bryter, una legaltech con perfil no-code. Fue un trabajo de varios meses, que culminó con la categorización de esa experiencia en los niveles, desde básico a muy avanzado, de cada competencia.

Rosa, me da la impresión con todo lo que nos contáis que este proyecto es como un golpe en la mesa del talento femenino reivindicando que en tecnología vosotras también pilotamos muy bien.

Rosa. Es así, sin duda. La tecnología en WLW es fundamental, tenemos la comisión Tech, también el área Legaltech del sector público, liderada por la Fiscal Escarlata Gutiérrez, y la de criptoactivos. La Comisión Tech es una de las más activas, participamos en ella unas 25 profesionales.

Vuelvo a esa fantástica de idea de vincular competencias con funcionalidades, tareas y herramientas. Creo que, con esta perspectiva, podemos concluir que la industria legaltech se convierte en un escenario ideal para el desarrollo de esas competencias. Me gusta que no tengáis complejos a la hora de señalar marcas concretas, porque es la manera más eficaz y pragmática de aterrizar vuestro mensaje.

Belén. Así es, porque queremos ser los más concretas para que el trabajo sea práctico y útil para el abogado, y como universidad lo que nos interesa es incentivar el uso de esas herramientas. Por supuesto, estamos abiertas a incluir herramientas que no aparezcan en el informe y encuesta.

Rosa. Es necesario dar datos e información concretos para que la gente conozca los recursos de los que dispone; si no, el discurso queda muy etéreo.

Dedicáis un apartado a las herramientas no-code, aquellas en las que el usuario, por ejemplo, puede generar contratos automatizados o crear su propia app legaltech con pocos conocimientos de programación. Este es un concepto muy vinculado a la usabilidad, y cada vez es más frecuente ver compañías que se ponen esta etiqueta, también la de low-code.

Belén. Es muy interesante este campo. En nuestro hackathon de noviembre en el Observatorio quisimos que la gente entendiera qué es el no-code, que lo tocara. Lo hicimos con Bryter, y quisimos ayudar al abogado a crear un proceso digital. El reto fue el de automatizar un NDA, y comprobaron que lo primero que había que crear es un árbol de decisión, unas reglas, que luego se trasladan en bloques a la herramienta no-code, no siendo necesario programarlas. Creo que esa forma de pensar y actuar es muy innovadora y, sobre todo, muy útil. Veo bastante futuro en el no-code, aunque ya veremos cómo le afecta la irrupción de la IA generativa.

Implantar y utilizar de forma óptima un gestor documental en un despacho o departamento legal es una de las asignaturas pendientes de las profesiones jurídicas. Ahí reside todo el know how de la organización, y se custodian datos muy valiosos y sensibles. Cómo gestiona, compartir y mantenerlo preservando la seguridad es fundamental, y ahí también habéis puesto el foco.

Rosa. Efectivamente, el gestor documental es clave, y también lo es la competencia que debes desarrollar alrededor de la ciberseguridad para tomar la mejor decisión a la hora de almacenar tus documentos.

Belén. El objetivo es que el profesional jurídico en cada una de las competencias sea capaz de alcanzar el máximo nivel en función de sus necesidades. Es decir, si tienes un gestor documenta, por ejemplo, ¿sabes utilizarlo o sólo sabes emplear un 20% de las posibilidades de esa herramienta? Es necesaria una actitud proactiva en el profesional para seguir avanzando en el conocimiento de esa herramienta.

Pero la industria legaltech, por lo que estamos hablando, tiene una gran responsabilidad para facilitar el desarrollo de esas competencias. ¿Cómo? Diseñando soluciones con un alto nivel de usabilidad, metiendo recursos en la experiencia de usuario. Como decíais, muchos profesionales sólo aprovechan el 20% de una herramienta, pero oye, pagan el 100% religiosamente.

Rosa. Así es, es necesario que nos sigamos formando en esos recursos que nos ofrecen las legaltech, y por nuestra parte seguiremos trabajando para informar a la gente de que existen esos medios.

Belén. Otro ejemplo lo tenemos en Word, un software con el que el abogado trabaja todo el día. ¿Qué porcentaje de funcionalidades de Word aprovechamos?

¿Creéis sinceramente que invertir tiempo y recursos en competencias digitales es rentable a medio plazo porque se ganará en eficiencia con el objetivo de tener más tiempo para dedicar a tareas jurídicas de alto valor?

Belén. Por supuesto, estamos convencidas. Y con lo que viene con IA generativa mucho más.

Estáis en pleno proceso de la encuesta. ¿Podéis compartir algo de feedback de los participantes en ella?

Belén. La acogida ha sido muy buena, pero todavía tiene que alcanzar a más gente. El evento en este sentido será muy útil para seguir avanzando. Hasta ahora hemos recibido 260 respuestas, una buena cifra teniendo en cuenta que es una encuesta exhaustiva, porque queremos que sea una forma de autoevaluación para que el profesional sepa dónde está realmente.

Rosa. Personalmente, el feedback que me ha llegado también ha sido muy positivo, especialmente en el sentido de lo útil que les ha resultado esa encuesta, generando más inquietud si cabe por la tecnología legal. Muchos incluso se han confesado dinosaurios digitales tras cumplimentarla. Esta encuesta sirve para agitar conciencias y que la gente, tanto sector público como privado, vea que se tiene que poner al día.

María. Chicas, esto es un proyectazo, pero ¿y ahora qué? ¿Tendrá recorrido más allá del informe y la encuesta?

Belén. El próximo miércoles 21 tenemos el evento en el que presentaremos el proyecto y al que asistirán perfiles muy potentes, como María Jesús García, la persona responsable de las competencias digitales en la SEDIA, que nos explicará la iniciativa Generación Digital. Ese día presentaremos las conclusiones de la encuesta, y luego hemos organizado una mesa con Victoria Ortega, Carolina Pina, María Emilia Adán y Lola Cantó. Queremos invitar al sector legal a que se una al Foro Legal DigComp para generar debate y proponer actividades diversas. Por ejemplo, vamos a trabajar en un programa de talento digital que sigue la metodología DigComp, a través del cual podamos indicar qué cursos hay sobre una determinada competencia. Queremos hacer un llamamiento a los proveedores de tecnología legal y, en general, a las grandes tecnológicas como Microsoft, IBM, etc., para que sepan que las profesiones jurídicas están dispuestas a trabajar en estas cinco áreas de competencias, y queremos conocer sus programas formativos sobre ellas.