La integración de Legaltech como minimalismo digital
El minimalismo nació como una corriente artística, sin embargo se ha ido implementando en diferentes ámbitos, tanto que en la vida cotidiana lo vemos reflejado, podemos hablar de un minimalismo digital cuando existe una integración en herramientas que nos facilitan desenvolvernos dentro de nuestra profesión. En este artículo aprenderás tanto de cómo el minimalismo se ve reflejado con las integraciones en la industria tecnológica-legal.
Para comenzar, me gustaría compartir el concepto del minimalismo según Francine Jay (autora de libros de minimalismo y fundadora del blog Miss Minimalist ) «un estilo de vida minimalista implica ser consciente de las cosas que poseemos, las cosas que compramos y cómo invertimos nuestro tiempo». En pocas palabras es eliminar elementos que no aportan.
En cambio, el minimalismo digital lo enfocaré en dos vertientes: la desconexión digital y el uso de las herramientas esenciales para el ejercicio de la abogacía.
Respecto al primer punto, las personas optan por dejar aún lado de la tecnología para disfrutar más del mundo físico, pero no al grado de convertirse en tecnofobia.
“Vaya ironía pero la desconexión digital hace que conectemos con nosotros mismos”
En México la desconexión digital es un derecho laboral con sustento en la Ley Federal del Trabajo en su artículo 330-E fracción VI, donde menciona las obligaciones de los patrones con sus trabajadores en la modalidad de teletrabajo:
(…)
“Respetar el derecho a la desconexión de las personas trabajadoras en la modalidad de teletrabajo al término de la jornada laboral”
(…)
Resumiendo lo anterior, una vez cumplida la jornada laboral no se deberá molestar al trabajador y obliga a respetar su descanso. Otro tema de gran importancia del teletrabajo que me gustaría poner en la mesa, son las tecnoadicciones, de acuerdo con el Dr. Julio Téllez son “las que se caracterizan por la necesidad incontrolable de utilizar las tecnologías de la información, situación que lleva a comportamientos obsesivos-compulsivos”.[1]
Las cuales se desprenden:
- La nomofobia, el miedo de no disponer de un dispositivo móvil o de sus servicios.
- Síndrome FOMO (fear of missing out), el miedo de perderse experiencias que los demás se encuentran realizando por no estar presente.
- El workaholism, la adicción al trabajo.
En cambio, en el segundo punto señalé el uso moderado de las TIC de manera consciente y específicamente en el ámbito de nuestra profesión, las herramientas de legaltech nos aportan grandes beneficios como practicidad, seguridad y una mejor experiencia para el usuario final (los clientes).
Sin embargo, no es obligatorio contratar todas las herramientas existentes tecnológicas para estar en “tendencia” dentro del sector legal, sino ver un minimalismo digital reflejado en la integraciones de legaltech que permita encontrar “todo en uno”.
El minimalismo nos ayuda a evitar contratar diferentes softwares con múltiples servicios para la “eficiencia del despacho”, por ejemplo: uno para el almacenamiento de información, otro para firmar documentos de manera electrónica, así como automatizar procesos o software de gestión legal etc.
Las piezas claves de la integración son la evolución e interoperabilidad; lo primero, de acuerdo a los servicios nuevos que oferten, y la segunda, consiste en que ambas plataformas sean capaces de intercambiar información de forma eficiente. La fusión de empresas donde permita una plataforma en donde puedas obtener “todo en uno” es una “solución inteligente”, relacionada con “costos, validación, producción y libre de errores”.
Desde el punto de vista minimalista digital deberías considerar lo siguiente previo a contratación:
- Informarte que tipo servicios se ofertan dentro de la legaltech que puedan aportar una solución
- Decidir conscientemente si la herramienta legaltech está de acuerdo a tus necesidades
- Desinstalar Apps que no aportan valor ( un detox)
- Una vez identificada la herramienta legaltech, cancelar suscripciones de servicios tecnológicos que no aportan al despacho
- Evitar almacenar información que no se necesita, como el correo basura o pdfs de libros que jamás vas a leer
[1] TÉLLEZ VALDÉS, Julio, Derecho Informático, 5a ed. McGraw Hill, México 202, p. 203.