«En Ospina Abogados invertimos en marketing y comunicación el 25% de nuestra facturación»
Juan Gonzalo Ospina es abogado penalista, diputado en el Ilustre Colegio de Abogados de Madrid, y, sin duda, uno de los juristas con una actividad más intensa en redes sociales y en medios. Por ello, quisimos intercambiar impresiones con él sobre beneficios y riesgos en este tipo de tareas vinculadas a la estrategia de marketing y comunicación en un despacho. Le preguntamos si consideraba o no que podía estar sobreexpuesto, con todo lo que eso conlleva. Pero sobre todo, nos interesaba saber la estrategia que siguen en su despacho en marketing y comunicación: recursos, profesionales, acciones, presupuesto, retorno… Enfatizamos en la influencia o los galones que su director de comunicación tiene en el despacho.
Y ya que estábamos metidos en harina, no podíamos dejar de preguntarle por la casi nula presencia de contenidos alrededor de habilidades en comunicación, negociación, y también actuación en Sala, en los Grados de Derecho y Máster de Acceso. Y por supuesto, quisimos saber su impresión sobre la noticia que leíamos en Cinco Días acerca del crecimiento del número de abogados que denuncia el acoso de sus clientes, así como de la encuesta realizada en el Congreso de la Abogacía de Valladolid que reflejó la insatisfacción de la abogacía sobre el trato que reciben por parte de las personas que administran la Justicia.
Confesamos que por no hacer un vídeo demasiado largo olvidamos preguntarle en la grabación si le preocupa que un cliente o un potencial cliente, al ver su intensa actividad en redes sociales y en medios, pueda pensar que esté más pendiente de esas tareas que por su asunto legal. Y como esa pregunta era muy importante para nosotros, la transcribimos en texto. Ospina, en este sentido, confirmó que eso es algo que hay que tratar muy seriamente, y ellos lo hacen poniéndose en los zapatos de sus clientes. “El abogado nunca puede ser la noticia: son los hechos los protagonistas. Lo que interesa a la opinión pública es lo que se está enjuiciando en un procedimiento, y no la figura del abogado”.
A continuación relacionó la pregunta con la resolución que emitió recientemente una jueza de Vigo, que consideró “un tanto arbitraria”, y que armó un cierto revuelo en las redes sociales. “Cuando llegó esta resolución al despacho, lo primero que hicimos fue llamar a nuestro cliente para comunicarle lo que había ocurrido, ya que el abogado tiene que ser muy sincero para generar confianza. Trasladamos a nuestro cliente nuestra intención de recurrir en aras de la protección de su derecho fundamental a la defensa. También valoramos que está resolución iba a ser muy comentada en la prensa, y podía suponer un cierto nivel de exposición. Nuestro cliente, sorprendido y enfadado con la respuesta de la jueza, entendió que era una falta de respecto no hacia el abogado, sino hacia él mismo, que es el que sufraga nuestros honorarios. Nos dio luz verde para defender la causa como gato panza arriba”.
De hecho, la Fiscalía les dio la razón y se adhirió a sus pretensiones de indefensión, y han puesto una queja en el Consejo General del Poder Judicial e iniciado acciones penales contra la jueza. Le recordamos que muchos compañeros de profesión y miembros de la judicatura le dieron mucha cera en redes sociales, pero, al mismo tiempo, fue apoyado por la decana del Colegio de Abogados de Vigo e incluso la Asociación Libre de Abogados emitió una nota de prensa solidarizándose. Tras mostrar su respeto y admiración por el trabajo de ALA, “por encima de sus diferentes ideologías”, afirma que subyace el derecho fundamental a la defensa, y que le hubiera gustado que “la abogacía institucional, al igual que hizo de la decana de Vigo y su junta de gobierno, hubiera salido a defender a un compañero al que se ocasionó una vulneración al derecho de defensa tan grave”. La crítica que le hicieron algunos jueces en privado es que los trapos se guardan en casa, algo en lo que “no estoy de acuerdo cuando se comete una arbitrariedad”.