Atlante reivindica la figura del procurador en los procesos judiciales en la era de la digitalización de la Justicia
- Sonia Benito, directora general de Atlante, junto a expertos del sector, analiza las tendencias actuales y los retos a los se enfrentan los procuradores
- En el marco del 10º Congreso Nacional de Recuperación Judicial, los especialistas advierten de que una de las mayores preocupaciones del sector es la falta de automatización de procesos
“La figura del procurador tiene un papel irrenunciable en la representación eficiente en procesos judiciales, y ha sabido adaptarse y evolucionar en un momento de constantes cambios en el que la tecnología ha impactado en la profesión, dotando de mayor eficiencia a los procesos y aportando soluciones innovadoras indiscutibles”.
Así lo ha señalado Sonia Benito, directora general de Atlante, compañía Legaltech de servicios procesales y legales en el ámbito de la gestión de crédito, en el marco del 10º Congreso Nacional de Recuperación Judicial, evento de referencia en España que reúne a las principales firmas legales, servicers, entidades financieras, proveedores de servicios BPO especializados en recuperación judicial y, en general, a entidades vinculadas al fintech, regtech y legaltech. En el evento, distintos expertos exploraron los servicios de procura actuales y su papel crucial en los procesos judiciales, poniendo de manifiesto la conveniencia de optar por servicios de procura con tratamiento masivo o especializado. Así mismo, abordaron esta cuestión fundamental mediante un análisis detenido de las tendencias actuales y los retos a los que se enfrentan los procuradores en la era de la digitalización de la justicia.
En este sentido, Benito, señaló que “hay mucha variedad de modelos de procura, siendo lo más importante que nos adaptemos al tipo de cliente, al tipo de necesidad y producto de que se trate”. Es así como, la experta aseguró que “lo verdaderamente relevante es poder prestar el servicio que nos estén exigiendo en cada momento”. Y añadió que “para Atlante lo importante en los trabajos masivos es focalizarnos en los procesos, invertir en tecnología y poder trabajar para aplicar esa eficiencia en beneficio de nuestros clientes”.
En el foro, moderado por Alejandro Lucero, socio en Savia Asset Management, también se puso de manifiesto cómo a través de la Ley 18/2011, reguladora del uso de las tecnologías de la información y comunicación en la Administración de Justicia, se ha logrado un avance en la dotación de medios, en la digitalización y puesta en marcha del Expediente Judicial Electrónico. En este sentido, los expertos destacaron la constante evolución y adaptación a los cambios de la figura del procurador, así como sus nuevos roles
En este contexto, Javier Hernández, socio en Ataliter, sostuvo que “procurador y adaptación es lo mismo” y aseguró que “los procuradores nos hemos estado adaptando continuamente a lo largo de los años” pues, dijo, “hemos sido pioneros en aplicar tecnología y en automatizar, y seguimos en esa línea que es fundamental”. En la misma línea, José Cecilio Castillo, socio director de Castillo & Campos Procura sentenció que “siendo procurador, o te modernizas o te has quedado por el camino”. Y denunció “el desarrollo a distintas velocidades de la implantación de la tecnología o procesos según las comunidades autónomas o regiones”. En este sentido, los asistentes convinieron en que una de las mayores preocupaciones del sector es la automatización de procesos. Precisamente, señalaron que, si bien la figura del procurador ha avanzado mucho y ha hecho sus procesos más eficientes, no ha sido así en las instituciones. Además, coincidieron en la necesidad de que se invierta y haya voluntad por parte de los operadores de Justicia para adquirir competencias digitales.
Por último, y más allá de las brechas existentes en el sector, los expertos coincidieron en que el uso de la tecnología es de gran ayuda para la procura, pues eficientiza los procesos y aporta soluciones innovadoras ante los retos de la era digital. Y finalizaron resaltando que hay un cambio y evolución en la profesión de procurador.