lexplorers episodio 1: «¿Qué cambiaría del sector legal? La resistencia de las universidades al cambio»

• David Tejedor tiene 20 años y estudia el Grado de Derecho en la Universidad de Valladolid. Hasta aquí nada especialmente reseñable, sino fuera porque ha creado, junto a otros jóvenes talentos como Pablo Sáez Hurtado, David Tejedor, Guido Eduardo Ricca López y Amelia Ferrández la comunidad LexIA, un espacio vivo y colaborativo creado en Whatsapp que ya ha unido a unos 900 profesionales (muchos de ellos realmente relevantes), interesados en la convergencia del derecho con la inteligencia artificial.
• Y por si fuera poco, ha sido uno de los impulsores del grupo joven de ENATIC, la asociación presidida por Belén Arribas de abogados expertos en derecho digital. Muy activo en redes y omnipresente en eventos especializados, creemos que difícilmente podríamos haber elegido a alguien más adecuado para estrenar el programa lexplorers, creado en Derecho Práctico Media para dar visibilidad a un grupo de talentos insultantemente jóvenes que, ya sea en las facultades de derecho, en despachos o en empresas, están apostando por la innovación legal. Y todo ello a pesar del denodado esfuerzo de algunas universidades por seguir ancladas en el siglo XX.
• Hoy son pocos, podríamos decir incluso que proporcionalmente son rara avis, pero tarde o temprano serán legión. Y con lexplorers ponemos nuestro granito de arena para que sea muy pronto. No te pierdas este vídeo de nuestra compañera Elena Rubio a David, cuando ambos coincidieron en la AMETIC Artificial Intelligence Summit 2025. 

Si pudieses cambiar algo del mundo legal, ¿qué sería?

La resistencia de las universidades al cambio, porque parece que vivimos con las normas y las estrategias de hace 20 años cuando los tiempos han cambiado mucho y deberían educarnos en las nuevas herramientas y las nuevas skills que pide el mercado.

¿Qué herramientas o habilidades son esenciales en el mundo legal para los jóvenes estudiantes?

Conocimiento, en primer lugar, y memorización, que muchas veces la gente la ataca, aunque es importante. Y de otro lado, por supuesto, la habilidad con las nuevas tecnologías, especialmente la inteligencia artificial, que es la revolución a la que estamos asistiendo.

En este proceso de adopción de nuevas tecnologías, ¿cuál dirías que es el principal obstáculo?

La resistencia al cambio de la gente que está acomodada con las herramientas que lleva utilizando desde hace 30 años y que lo ve como algo nuevo, pero que en realidad es una mejora de lo que está, no es una cosa que venga a cambiarlo todo. Es simplemente mejorar la productividad.

A nivel personal, ¿hay alguna figura que te haya influido especialmente en tu carrera?

Mi amigo, colega y socio Pablo Sáez, por supuesto, que fue quien me metió en este mundillo, ahora hace ya casi un año, y es el que me ha abierto un poco la mente en todo este campo.

Si fueses una herramienta legaltech, ¿cuál serías y por qué?

Quizás Justicio, porque me gusta mucho divulgar por LinkedIn. Es una herramienta jurídica gratuita que intenta también ayudar a la gente.

¿Qué es lo más emocionante que has aprendido sobre la tecnología aplicada al derecho?

La disrupción, en definitiva, de las inteligencias artificiales generativas que han venido para ser la base, por ejemplo, de trabajar sobre una demanda.

¿Alguna anécdota rara que te haya ocurrido en un evento de innovación legal?

Una vez, en un evento en la sede del Consejo General de la Abogacía tuvimos que estar nueve horas esperando dentro de un ascensor, y nos dieron las 9 de la mañana. Fue una historia muy curiosa y algún día la revelaremos.

¿Cómo crees que será el derecho en 10 años?

El derecho como tal, será parecido. Pero la manera de aplicarlo y de construirlo va a ser muy distinta.

¿Cómo está siendo la experiencia con la creación del Grupo Joven de ENATIC?

Está siendo inmejorable hasta ahora, Y estamos recibiendo mucho apoyo en la construcción de esta nueva comisión, e intentando buscar talento, generar nuevas oportunidades, experiencias, debate y de todo tipo de actividades como un hackathon  para formar extracurricularmente a nuestros socios, más allá de lo que se hace en el día a día. El recibimiento por parte de la Junta está siendo excelente y es una gran oportunidad que no vamos a desaprovechar.

¿Y qué tal el grupo de LexIA que has creado junto a un grupo de gente también muy joven?

LexIA nació como algo muy general, un grupo en  WhatsApp, pero resulta que se ha convertido en la mayor red en Iberoamérica de la inteligencia artificial: ya somos 900 miembros en la comunidad y se gestiona solo. Es muy bonito ver que alguien pregunta, se le ayuda, se le contesta de todos los lados del mundo, de todas las áreas, y os invito a todos a uniros al grupo.